El médico que queremos formar

Por estos días, nuestra escuela está viviendo una serie de eventos de gran relevancia en el marco del proceso de acreditación de la carrera, lo que ha generado una serie de espacios de debate y autoevaluación sobre nuestro funcionamiento. Uno de los puntos más inquietantes es el del perfil de médico que queremos formar, ya que está claro que no se trata sólo de formar un médico cirujano con conocimientos sobre patologías, su diagnostico y tratamiento, sino también de darle un sello distintivo de nuestra escuela y que le permita marcar una diferencia a la hora de compararse con los egresados de otras instituciones. Con la implementación de la nueva malla curricular ha promovido a las ciencias sociales, el desarrollo de habilidades comunicacionales, una salud pública con enfoque práctico y centrado en la comunidad, la investigación científica, medicina basada en evidencia y bases del razonamiento clínico como grandes ejes del desarrollo, con los cuales el egresado de nuestra escuela busca ser un aporte en una medicina cada vez más orientada a la extrema especialización, dejando de lado la importante labor de la atención primaria, y que sea capaz de adaptarse a las necesidades de la población y a la extrema rapidez con la que se renueva el cuerpo de conocimiento.

Nuestra malla curricular orientada no solamente al hospital, sino que también a atención primaria de salud (APS), nos permite adquirir las competencias que la APS requiere por parte de los profesionales. Esto se condice con las declaraciones de la OPS sobre la forma de llegar a cumplir la “salud para todos”, estableciendo la completa vigencia de los postulados de Alma Ata. Para cumplir con aquellos postulados, se han propuesto varias estrategias, como aumentar los sueldos de los trabajadores en APS y generar modificaciones en la academia, modificando los currículos para que sean orientados no sólo en el hospital, sino que también en la APS.

El problema actualmente es que no está definido a nivel país qué tipo de médico es el que necesita nuestro sistema de salud a causa de una pasividad de nuestras autoridades respecto al tema. Una vez definido lo anterior se debe reconocer e incentivar a las universidades que promueven ese perfil para que sus egresados sean médicos de excelencia, teniendo las herramientas adecuadas para su formación, cuestión que muchas veces se ve mermada por la falta de recursos y la presión constante de otros centros formadores con mejor sustento económico y político. Para provocar lo anterior, este tema debe ser planteado en las diferentes instancias tanto a nivel de los alumnos y académicos como a nivel ministerial y legislativo para conseguir reales cambios y el apoyo a las instituciones que realmente se lo merecen. Lo anterior puede sonar soñador, pero toda aventura comienza con un primer paso, y yo te invito a darlo.


Francisco González Coloma

IV° Medicina UV

1 comentarios:

Italo dijo...
on

Como bien se menciona, es menester generar el debate en distintos niveles, partiendo por supuesto por casa.

Creo que fue la mejor alternativa haber trabajados juntos en la idea y que le pusieras tu cosecha. Felicitaciones.

Find It