El que no llora, no mama


El inicio de la construcción de lo que, se supone, será un nuevo y moderno Hospital Gustavo Fricke nos ha traído más de un dolor de cabeza a los que integramos la Escuela de Medicina de la UV. Primero nos despojaron de nuestra querida “Torta”. Perdimos así un auditorio, que vio iniciarse en la clínica a tantas generaciones de 3ero, una sala, donde frecuentemente hacían sus pasos los internos, también baños, camarines, y la guardería, todo un clásico, custodiada por Fabián Vera, el Maestro.

Paralelamente se construía un nuevo auditorio en el Hospital, el “Jorge Kaplan”, que alimentaba nuestras esperanzas de que seguiríamos manteniendo inalterada la comunión entre las clases magistrales y los pasos prácticos. Posteriormente, a fuerza de silbidos, gritos y constantes e impertinentes toques a la puerta (en plena clase), nos dimos cuenta de que al “Kaplan” y al “Lucas Sierra” lo único que les quedaba de académicos, eran los nombres de los grandes maestros de la cirugía chilena a los que rinden honores.

Cuando nos acostumbrábamos al hacinamiento de la “casita de la pradera”, lugar que a duras penas trató de solventar el enorme déficit de infraestructura, el Hospital ordena a fines del 2009 que la universidad desocupe esas dependencias. Un verano y un terremoto después, esa casa es utilizada ahora por la FENATS.

Como hijo no deseado, no reconocido, pero orgulloso, buscamos refugio cerca de nuestro Campo Clínico. Una pequeña casa a solo dos cuadras del Fricke reúne, o amontona, la secretaría, la guardería, baño-camarín y una pieza (no le alcanza para sala) de reuniones. Las dos cuadras, que en el papel se ven poco, no dejan de ser una incomodidad para los que realizamos actividades en el hospital.

Ahora bien, ¿Usted cree, señor lector, que los estudiantes de medicina hemos levantado la voz con respecto a tamaño “dejo de la mano de Dios”? La verdad es que somos muy juiciosos, con un terremoto y con el descalabro económico que ha vivido la UV, sería una desconsideración terrible solicitarle a Rectoría un espacio digno donde aprender. Aportar los más altos puntajes de ingreso y el segundo arancel más caro no parecen ser argumentos suficientes para optar a la misma infraestructura que gozan nuestros compañeros de otras carreras.

Hace algunas semanas el Pro-rector de la UV visitó nuestra nueva “casita” y se impactó por las precarias condiciones en las cuales nos desenvolvemos. Es un secreto a voces que la solución definitiva que está ponderando Rectoría es arrendar otra casita, muchísimo más grande, bonita y lejana (calle Jackson, dos cuadras del DUOC, 7-10 min caminando desde el Fricke), donde la UV podrá marcar presencia en el barrio estudiantil (Viana-Álvarez), pero donde difícilmente podremos tener un verdadero apoyo a la actividad docente que se realiza en el hospital.

Quizás usted se pregunte: ¿no habrá algo más cerca? Un letrero que dice “SE VENDE”, justo al frente del HGF, abre una luz de esperanza y da 800 metros cuadrados para pensar en grande: la nueva sede de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valparaíso en Viña del Mar, moderno edificio diseñado especialmente para el ejercicio de la docencia médica, con los más altos estándares de calidad, y solo a dos pasos del Hospital Gustavo Fricke… ¡Qué tal! ¡Soñar no cuesta nada!

Tal vez es tiempo de que nuestras autoridades se la jueguen por potenciar una de las facultades más prestigiosas de la UV. Tal vez llegó el momento de dejar de arrendar, para comenzar a invertir en la universidad de excelencia que todos queremos. Y digámoslo con absoluta seguridad: medicina es una inversión segura, que sin dudas hará fecundos todos los esfuerzos y todos los recursos.

¡Participemos activamente en el proceso de adquisición de este nuevo edificio/casa, sea donde sea este se ubique! ¡Hagámosle saber a las autoridades nuestra opinión!


Manuel Vargas

4to Medicina UV

2 comentarios:

Anita dijo...
on

Todo es muy cierto!, a seguir soñando no más. Me rei con el post.
Saludos!

Unknown dijo...
on

Muy bien redactado. Los hechos son absolutamente reales.
Deseo, al igual que todos los que tenemos la camiseta por la UV, que la solución sea la que proponen..genial!!!
Cariños
Dra Novik

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